La nariz de los perros nos puede indicar mucho sobre el estado de salud de nuestros amigos de cuatro patas. Si está más seca de lo normal, no es necesario llevarlo al veterinario de inmediato, debemos tener en cuenta primero algunos posibles factores ambientales. En realidad, incluso durante un día, el nivel de hidratación de la nariz de los perros puede variar, vamos a averiguar por qué.

Las posibles causas ambientales que pueden hacer que el perro tenga la nariz reseca

El fin del invierno se acerca. En esta estación, los perros se han acostumbrado a estar la mayor parte del tiempo en habitaciones cerradas, con la calefacción puesta y con poca circulación aérea. Esta simple mezcla de factores puede hacer que se les seque mucho la nariz. Podemos probar a equipar las habitaciones con un sistema de humidificación (como los recipientes de agua y aceites esenciales para radiadores), o a airearlas de manera exhaustiva más a menudo. En verano, en cambio, el aire es más seco. Para hacerle el calor más llevadero podemos recurrir a piscinas hinchables o llevarlo a pasear por zonas más húmedas.

¿Qué significa cuando nuestro perro tiene la nariz seca?

Cuando preocuparse si nuestro perro tiene la nariz seca

Si tras una exposición al sol el perro tiene la nariz seca, agrietada o con manchas, probablemente se haya quemado. Debemos llevarlo al veterinario de inmediato. Igualmente si, además de este síntoma, el perro no tiene hambre, está apático y poco propenso al contacto con humanos. Que el perro tenga la nariz seca no es siempre es un síntoma de enfermedad, pero es una advertencia que debemos tener en cuenta. Si el perro no quiere beber agua, podemos intentar diluir un poco de comida húmeda con agua tibia.

La rutina de limpieza de la nariz del perro

Una correcta rutina de aseo es beneficiosa para los perros con tendencia a tener la nariz seca. Limpiamos bien las mucosas para que puedan respirar mejor. Con un trozo de papel higiénico o un pañuelo ligeramente humedecido, podemos proceder a limpiar el puente de la nariz. Lentamente, limpiamos también las fosas nasales (si el perro es muy dócil podremos limpiarlas mejor por dentro, pero siempre con mucho cuidado).