El momento en el que fallece nuestro perro es siempre delicado. Antes de proceder a sanar emocionalmente la pérdida, es necesario cumplir con las obligaciones legales, tanto en lo que se refiere a la comunicación del deceso a las autoridades competentes, como a la disposición de sus restos. Veamos qué se debe hacer en Italia cuando nuestro perro muere.

Comunicar la muerte al registro canino

Por ley, todos los perros deben estar inscritos en el registro canino regional, una base de datos que monitorea los perros presentes en la zona. Debemos notificarles a ellos de su desaparición, a más tardar dos días tras el suceso. En base a la causa del fallecimiento, el veterinario preparará los documentos que se enviarán al registro canino y se determinará el tipo de tratamiento al que deberán someterse los restos del perro: no es posible improvisar y enterrar o abandonar el cuerpo del animal donde creamos más conveniente.

¿Entierro o cremación?

Si el perro ha muerto de viejo, o por causas naturales o por un traumatismo, el registro canino dará permiso para enterrarlo dentro de nuestra propiedad, siempre que la operación se lleve a cabo de forma que se evite el riesgo de que otros animales puedan desenterrar al perro. Si por el contrario, ha muerto por una enfermedad infecciosa peligrosa para el ser humano o para otros animales, el Servicio Veterinario de la oficina de registro lo comunicará de inmediato para proceder a la sepultura en una área especial o a la cremación por un profesional, que también emitirá todos los documentos para estar en regla.

Qué hacer cuando el perro muere

Cómo enterrar a nuestro perro en casa

Debemos envolver al perro en una (preferiblemente dos) bolsa de plástico y enterrarlo al menos tres metros bajo tierra, idealmente cubierto con una capa de cal. Esto es para evitar tanto que otros animales puedan encontrar los restos, como que cree una concentración de insectos en el jardín. Lo ideal es encontrar un rincón del jardín a la sombra, donde quizás podamos plantar un pequeño arbusto floral para recordar a nuestro perruno. Si no disponemos de un sitio para enterrar a Rocky, podemos desprendernos de él con ayuda de un tercero y conservar su memoria de otro modo.