Los perros envejecen de manera gradual, pero llega un punto en el que su apetito y deseo de hacer las cosas que hacía antes cambian radicalmente. Con algunos trucos, podemos hacer que los perros tengan una tercera edad tranquila. No obstante, debemos prestar atención a su estado de salud física y mental y a si tiene algún síntoma.

Qué es la demencia senil en perros

Más allá de los once años, las células cerebrales de los perros comienzan un declive similar al de los pacientes con Alzheimer.  La demencia en perros es un trastorno cognitivo degenerativo que afecta a las conexiones neuronales e inhibe el paso de información entre las áreas del cerebro canino como la memoria, el movimiento y la comprensión de lo que lo rodea. Se estima que más del 50% de los perros pueden pasar por una etapa de demencia senil.

Demencia senil en perros

Síntomas de la demencia senil en los perros

Como se ha mencionado, la demencia senil en los perros se manifiesta de forma gradual. El perro ve cada vez menos y también puede volverse sordo, por lo que suele deambular por la casa o al aire libre sin rumbo y con más miedo de lo normal. El perro tenderá a ladrar sin cesar porque está aterrorizado y no puede escuchar su propia voz. A medida que dicha condición empeora, el perro se vuelve cada vez más irascible y torpe, olvida su nombre, sus hábitos e incluso no nos reconoce.

Demencia senil y perros: ¿qué hacer?

A veces, los perros ancianos son como los enfermos. Este momento es en realidad el idóneo para expresar toda la gratitud que sentimos por el hecho de que nos hicieran compañía y disfrutáramos de su cariño cuando eran jóvenes.  En primer lugar, nos debemos hacer con medicamentos o suplementos, previa consulta al veterinario. Después, debemos cambiar su dieta para que sea sabrosa y fácil de digerir… y tener mucha paciencia. A menudo los perros con demencia senil ensucian la casa, o son muy torpes: no sirve de nada regañarles. De hecho, lo ideal es despejar al máximo sus áreas de relax para que pueda encontrar fácilmente el camino a su caseta y logre un merecido descanso.