Cada vez oímos hablar más del gato sin pelo, una raza especial de gato también conocida como gato desnudo, que es un gato original y realmente único. El gato sin pelo parece ser diferente al gato tradicional, pero es muy cariñoso y sociable: de hecho, hay varias razas de gato sin pelo, algunas de las cuales son extremadamente caras. Conozcamos la variedad de gatos sin pelo, porque no todos los gatos sin pelo son iguales, siempre teniendo en cuenta que son bastante caros y relativamente poco comunes.

Gato sin pelo, precio

El gato sin pelo, también conocido como gato desnudo, es un gato que se caracteriza por la ausencia, aunque sólo a primera vista, de pelo: en realidad, si coloca la mano sobre el gato, se dará cuenta de que tiene una serie de pelos finos, delgados pero densos. Esto no quita que sea un gato extremadamente delicado que sufre el frío en invierno y se quema fácilmente en verano. La característica apariencia del gato sin pelo está causada por una mutación espontánea del gen recesivo, conocido como hr.

Precio del gato sin pelo

Hay varias razas de gatos sin pelo, y los diferentes cruces han dado lugar a distintos híbridos que nunca son baratos. Veamos más detalladamente las razas más comunes.

El gato esfinge es quizás la raza de gato sin pelo más extendida: es un excelente gato de compañía que busca mimos y cariño. El precio de un ejemplar de este tipo ronda los 1.000 euros, pero el precio también puede aumentar en función del pedigrí.

El Peterbald es una raza de gato sin pelo bastante extendida: nació en Rusia a partir del cruce de un gato sin pelo ruso, el Donskoy, y una hembra oriental de pelo corto, de carácter dulce y cariñoso, pero muy enérgico, que se apega mucho a sus dueños. El precio de un gato sin pelo Peterbald ronda los 700 – 1000 euros.

El gato Elf es una raza híbrida muy reciente y muy rara derivada del cruce del Sphynx con el American Curl: vivaz y activo, es un gato manso y atento cuyo precio puede ir de unos 2000 a 3000 euros.

De origen ruso es el gato Levkoy, un gato con orejas caídas hacia delante y un Sphynx: es un gato amistoso, muy juguetón e inteligente. El precio oscila entre 800 y 1200 euros. Entre los gatos sin pelo también está el gato bambino, una raza de origen americano nacida del cruce entre un Sphynx y un Munchkin: se caracteriza por su aspecto arrugado, tiene un carácter muy amable y cariñoso y su precio oscila entre los 1500 y los 3000 euros.