Es bien sabido que los dueños de perros y gatos suelen ser muy aprensivos y si pruebas a buscar en Google «microchip GPS para perros» te saldrán infinidad de resultados de personas que buscan una tecnología definitiva para poder localizar a su querido amigo con patas en todo momento. En realidad, no existe un «microchip GPS para perros»: hay dispositivos de seguimiento y hay microchips que se pueden implantar bajo la piel del perro o del gato, pero son dos tecnologías completamente diferentes que cumplen funciones distintas.

La idea de que cualquier persona pueda llevar un microchip que actúe como GPS es muy futurista, pero aún no es factible. Las películas de ciencia ficción y las maravillas del progreso tecnológico nos han hecho imaginarlo, pero aún no hemos alcanzado este nivel de ingeniería. Los microchips con los que se equipa a nuestros animales deben ser pequeños y no son capaces de albergar y alimentar un módulo GPS, sino que se limitan a almacenar información esencial sobre el animal al que se le asigna. Al igual que los chips de la tarjeta sanitaria o el nuevo DNI electrónico, el chip que se puede implantar en nuestros amigos de cuatro patas tiene una finalidad puramente identificativa y no realiza ninguna función «activa». Se trata de una tecnología NFC pasiva que almacena una pequeña cantidad de datos que pueden activarse y transmitirse a un lector especial.

 Microchip GPS para perros

La tecnología GPS, en cambio, es más compleja y requiere una serie de funciones del dispositivo que la implementa: una fuente de energía (una batería), una antena para conectarse a los satélites GPS y un módulo para transmitir la información recogida a través de cualquier protocolo (Bluetooth, WiFi, cable, etc.). Esto es algo que no se puede condensar en un microchip pero que podemos encontrar más fácilmente en los collares con GPS, que son ciertamente más grandes que un microchip invisible pero que en este momento representan el mejor método para obtener una localización segura y precisa de nuestro compañero de cuatro patas sin olvidar, al mismo tiempo, todas las funciones inteligentes adicionales que se han desarrollado con el tiempo.