Mi perro come heces. ¿Por qué lo hace? ¿Qué debo hacer?

¿Alguna vez has visto a tu perro consumiendo una fresca montaña de heces? La vista y especialmente el olor despiertan en tu mascota una emoción digna de una cena de 3 estrellas que parece no poder contener. Costumbre canina, trastorno de comportamiento o problema de salud, existen muchas hipótesis para entender los orígenes de la coprofagia en los perros.

Olerse el trasero para saludarse y entender quién es el otro perro, dar varias vueltas antes de acostarse, olfatear los olores dejados por otros animales, es seguro que los códigos del mundo canino son muy diferentes a los de los humanos. Aunque la mayoría de los dueños permiten que su animal adopte estos comportamientos naturales, lo mismo no se aplica a probar todo tipo de excrementos. ¿Cómo se puede explicar este comportamiento? ¿Cómo reaccionar? Aquí hay algunas pistas que deberían iluminarte.

Una herencia de los lobos

Existen muchas hipótesis para intentar explicar el consumo de heces por parte de los perros. Entre ellas, hay una posible herencia de los lobos, quienes para evitar la presencia de parásitos intestinales fecales en su guarida, se deshacían de las heces comiéndolas (heces menores de 2 días de antigüedad). Una técnica simple y efectiva que, a pesar de los miles de años de domesticación que separan al perro del lobo, continuaría con algunos de nuestros compañeros de cuatro patas, para la gran desesperación de sus dueños.

Un problema de salud

Algunos estudios han demostrado que los perros con insuficiencia pancreática (producción insuficiente de enzimas digestivas) consumen heces. En esta enfermedad, la coprofagia no es el único síntoma, también se observa diarrea o pérdida de peso. En este caso, se requiere una gestión rápida por parte de su veterinario.

Otras patologías también pueden ser la causa de la coprofagia, como el parasitismo digestivo intenso o incluso trastornos digestivos (por ejemplo, la gastritis). En caso de duda, es importante buscar consejo de su veterinario.

La desnutrición, una dieta demasiado rica en almidón y deficiencias a veces se mencionan como causas de coprofagia, sin embargo, actualmente no hay evidencia científica.

Una predisposición racial a la glotonería

Parece que algunas razas son más propensas a disfrutar de los platos fecales que otras. Los estudios muestran que los terriers y los perros de caza están sobrerrepresentados (por ejemplo, el basset hound, el beagle). También se mencionan el caniche, el pastor de Shetland y otras razas pequeñas como el Shih Tzu, el Lhasa Apso, el Pekingés y el Cocker.

¡Las razas grandes, por otro lado, no se quedan atrás, especialmente aquellas propensas a problemas digestivos!

El temperamento

Aunque los estudios están lejos de haber dilucidado el caso del perro coprófago, un rasgo de personalidad recurrente es la avaricia. En otras palabras, los perros codiciosos tienen más probabilidades de expresar este tipo de comportamiento. Así que tenga cuidado con los dueños de Labrador o Beagle (¡una vez más!).

1 Mi perro come heces. ¿Por qué lo hace? ¿Qué debo hacer?
El Labrador es conocido por ser uno de los perros glotones.

Estrés, aburrimiento

Sabemos que la falta de estimulación en la vida diaria es la causa de muchos trastornos de comportamiento. Debido a que, en ausencia de poder jugar y dar paseos diarios esenciales para su bienestar, algunos perros se centran en destruir muebles o a veces en consumir heces tan pronto como se presenta la oportunidad. Cada uno tiene su propia técnica para ocuparse.

Los riesgos

El asco causado por el consumo de heces por parte de un perro es mucho mayor que los riesgos que plantea al animal. De hecho, aunque este comportamiento puede parecer repulsivo, nunca se ha demostrado que el consumo de heces por parte de los perros represente algún peligro para su salud.

Soluciones

Si se han descartado las causas médicas y no puedes tolerar que tu perro coma heces, aquí tienes algunos consejos para disuadirlo:

Paseos y juguetes

Si se debe a la falta de estimulación, es importante implementar actividades diarias para que su mascota gaste suficiente energía física y mental. Asegúrese de proporcionarles tres paseos diarios durante los cuales puedan oler nuevos aromas, conocer a otros perros, correr, etc. Instale recipientes y juguetes educativos para mantenerlos mentalmente ocupados durante sus ausencias.

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Juguetes comederos son una excelente manera de proporcionar enriquecimiento a tu perro.

Evitar la situación

No dejes que tu perro esté solo en el patio ya que no podrás supervisarlo. Además, para su bienestar, una salida se define como un paseo fuera del patio (ya que el patio es solo una extensión de tu hogar), por lo que es esencial ofrecerles bonitos paseos. Si tu perro consume las heces de tu gato, asegúrate de limpiar la caja de arena después de cada uso o hazla inaccesible para tu perro. Pero ten cuidado, la caja siempre debe seguir siendo fácilmente accesible para tu gato, de lo contrario, ¡pueden surgir problemas de eliminación inadecuada en el hogar!

Consejos de educación

Distrae su atención. Con una pelota, un juguete que disfruten, o incluso una golosina, debes captar la atención de tu mascota. El objetivo es ofrecerles algo más interesante (desde su punto de vista) que lo que están a punto de hacer.

Calabacín y piña

Agregar calabacín o piña a su dieta. No hay evidencia científica sobre la efectividad de las frutas y verduras para resolver problemas de coprofagia. Sin embargo, estos alimentos no representan un peligro para tu perro (si se dan en cantidades razonables), ¿por qué no intentarlo?

No hay castigo

No olvides que se debe evitar cualquier castigo. Aunque la coprofagia pueda ser repulsiva para los humanos, sigue siendo un comportamiento natural para un perro. Sea cual sea la causa, tu perro está actuando con sus reflejos caninos. Cualquier castigo solo empeoraría la situación, degradando la relación que tienes con él en el proceso.

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Fuentes

https://library.wur.nl/WebQuery/wurpubs/fulltext/43992

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5980124/